Identificar fuentes de información confiables



¿Qué son las fuentes de información?

Por fuente de información se entiende cualquier instrumento o, en un sentido más amplio, recurso, que nos pueda servir para satisfacer una necesidad informativa.
El objetivo de las fuentes de información será facilitar la localización e identificación de documentos, así respondemos a la pregunta ¿Dónde vamos a buscar la información?
Es necesario considerar el tipo de fuentes de información que se consultarán para los trabajos de clase. El estudiante debe seleccionar las fuentes que le proporcionen la información a un nivel adecuado a sus necesidades.



Los principales tipos de fuentes de información son:

Primarias: son aquellas que nos dan una información nueva u original, que no ha sido recogida o recopilada de antemano. Principalmente se trata de la información que se incluye en monografías o publicaciones seriadas (libros y revistas), y sus partes, como los capítulos, artículos, etc. De ellas obtenemos directamente la información.
Secundarias: son aquellas que, por el contrario, no tienen como objetivo principal ofrecer información sino indicar qué fuente o documento nos la puede proporcionar, es decir, nos facilitan la localización e identificación de los documentos. No contienen información acabada, siempre remiten a documentos primarios. Son bibliografías, catálogos, bases de datos, etc.

Fuentes de información primaria:

1. Libros:

Generalmente llamamos libro a una "obra científica, literaria o de cualquier otro tipo con la extensión suficiente para formar un volumen, que podrá aparecer impreso o en otro soporte".
Tradicionalmente, el libro era un documento impreso, pero hoy en día ya podemos encontrar muchos en formato electrónico. Según el contenido y la estructura, se pueden establecer diversos tipos de libros:


Manuales: Son obras en las que se reúne y sintetiza lo más sustancial de una materia. Recopilan datos básicos de consulta fácil, y son especialmente útiles para iniciarse en los fundamentos de una disciplina.

Monografías: Son estudios específicos sobre un tema concreto y nos servirán para conocer en profundidad el área de conocimiento. Pueden proporcionar tanto información básica como exhaustiva del tema del trabajo. La información la podemos completar utilizando artículos de revista especializados.

Enciclopedias y diccionarios:
Ofrecen información sintética y puntual sobre un tema para su consulta rápida. Hay generales, para todos los temas, y especializados, para una materia concreta. Las entradas de las enciclopedias tienen una extensión media, mientras que los diccionarios contienen definiciones breves.


Tesis doctorales: Son trabajos de investigación realizados para obtener el grado de doctor. Son trabajos originales, no publicados comercialmente, exponentes de la investigación, con información muy completa en un tema de estudio.

2. Revistas:

Se trata de publicaciones periódicas que aparecen en entregas sucesivas. Son una fuente fundamental de información actualizada, necesaria para mantenerse al día sobre un tema.
Hemos de destacar que la edición electrónica ha tenido un gran impacto en la publicación de revistas, y un elevado número de las mismas ya se editan en formato digital.
Para localizar artículos de revista consultaremos las bases de datos bibliográficas.




Fuentes de información secundaria

1 . Catálogos de bibliotecas
Los catálogos son bases de datos que incluyen las descripciones de los documentos que posee una biblioteca. Recogen las publicaciones que constituyen el fondo o colección de una biblioteca: libros y revistas, tanto impresos como electrónicos, registros sonoros, vídeos, etc.




2.  Internet

Internet proporciona acceso a una gran y diversa cantidad de información y recursos. Sin embargo, a diferencia de las bibliotecas que seleccionan y evalúan información basada en la calidad y pertinencia de cada recurso, Internet contiene todo, nadie se encarga de los contenidos que hay alojados, ya que es un medio en el que se puede auto publicar.

Es un entorno participativo en el que cualquier persona puede contribuir con información. Y ahí es donde radica el problema de la red: no todas las informaciones son verídicas o están contrastadas. Por eso, a la hora de utilizar Internet como fuente de información hay que ser crítico y saber diferenciar qué recursos nos pueden ayudar. Debemos evaluar la información que encontramos, especialmente si queremos usarla para hacer un trabajo.




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